Adoro las reformas, transformar lo feo en bonito, hacer de lo incómodo algo confortable, traer la luz a la oscuridad… Es el motivo por el que nos dedicamos a esto. El trabajo de un interiorista consiste en tocar todos los aspectos de una casa, desde la distribución hasta el cojín en el sofá. Y me da la sensación que es una profesión todavía poco conocida, por lo que me encantaría que nos acompañéis en el proceso de la obra y veáis todo lo que implica...
No solamente es diseñar cómo queremos que sea el espacio, también requiere entender cómo va a usarse, qué sensaciones queremos percibir, conocer a las personas que van a vivir allí y reflejar su personalidad, su carácter, su historia, para conseguir finalmente que sea el hogar de sus sueños. Para ello, como ya te hemos enseñado en anteriores capítulos, hay que elegir los mejores materiales, las soluciones que mejor se ajusten y también a los profesionales mejor cualificados según cada proyecto. Hay que escoger suelos, cerramientos, pintura, diseñar la mejor iluminación, el mobiliario. Y todo ello teniendo en cuenta las ventajas e inconvenientes, las razones para elegir unos y no otros, y cómo funcionan todos juntos, si unos suman o restan o si equilibran el resultado final.
Te dejo con el vídeo por si quieres que te lo explique con más detalle:
Mientras compartíamos nuestras aventuras en redes sociales, una de las cosas que más os sorprendió fue ¿cómo conseguimos hacer las obras tan rápido? Lo cierto es que en 4 semanas ya teníamos acabados los dos baños y la cocina. Así que aquí van algunos de nuestros consejos, porque antes de empezar una obra, hay mucho trabajo previo que hace que esta sea un éxito:
1. Una vez desarrollamos el proyecto al detalle, preparamos un conjunto de planos según cada gremio, para que tengan todos los detalles y puedan preparar fácilmente un presupuesto y hacer una estimación del tiempo que van a dedicar.
2. Tener muy claros los acabados y materiales que vas a usar y encargarlos con tiempo para que lleguen a obra antes de que los necesiten. Por eso es tan importante hacer un buen diseño que te ayude a elegir bien y a preveer soluciones y cantidades.
3. Contratar a los industriales con antelación suficiente para que se reserven el tiempo que van a dedicar a la obra.
4. Poco antes de empezar, hacer una reunión de coordinación para que cada industrial exponga qué va a necesitar y qué pueden hacer los otros en paralelo o si tienen que entrar cuando los demás ya hayan terminado.
5. Definir un cronograma y que todos los implicados lo confirmen, para después poder realizar un control más ajustado.
6. Una vez se empieza, estar siempre disponibles para solucionar dudas o problemas imprevistos. Tener flexibilidad para poder hacer cambios si es necesario y que no se retrase la obra porque uno de los industriales no pueda avanzar.
7. Trabajar con buenos profesionales que prioricen a sus clientes y se vuelquen en acabar la obra lo más rápido y mejor posible. Que trabajen con cariño y con buenos acabados.
8. Hacer muchas visitas de obra para detectar problemas o malos entendidos a tiempo y que se puedan solucionar sobre la marcha sin entorpecer el trabajo de los otros. Controlar que los acabados se corresponden al diseño siempre (o si se pueden mejorar).
Por lo general, el orden que se sigue en las obras es:
1. demolición,
2. replanteo,
3. levantamiento de tabiquería (si es necesario),
4. instalaciones,
5. acabados y/o alicatados,
6. pintura,
7. colocación de suelos de madera,
8. sanitarios y grifería,
9. carpintería,
10. repasos de pintura,
11. remates.
Te dejamos muchos más detalles sobre la reforma de nuestra casa en el vídeo. Y hasta aquí un poco de las reformas, consejos para que afrontéis las vuestras de la mejor manera y por supuesto para que conozcáis mejor nuestra profesión y nuestra forma de trabajar. Nos encatará leerte en comentarios y que nos preguntes cualquier duda sobre las obras. ¿Listos para el home tour final?
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