(Foto David Tsay)
Se acerca el final de 2017 y ya sabemos que al empezar un nuevo año, hacemos listas de buenos propósitos, como ponerte en forma, apuntarte a clases de inglés o reformar tu casa... Y suele ser un sueño que enseguida queda frenado por el miedo a las complicaciones, al presupuesto y al no saber gestionar todo el trabajo. Pero nos hemos propuesto ayudarte para que veas las posibilidades y tengas las herramientas para hacértelo más fácil.
Para empezar, debes valorar qué es exactamente lo que necesita tu casa para renovarse o para solucionar aquello que no te gusta o que ya no funciona. También es importante que pienses en el estilo que quieres conseguir. Cuando sepas el volumen de todo lo que quieres hacer, quizás te des cuenta que vas a necesitar ayuda de un profesional. Pero antes te damos 10 ideas para que empieces a reformar tu casa paso a paso:
1. Pintar las paredes
Sí, parece una tontería, pero algunas veces lo que percibimos como viejo y decadente, se puede solucionar con pintura. Es un material que consigue dar un aire nuevo a cualquier vivienda de forma económica y fácil. Y además puedes conseguir que el espacio parezca más luminoso, agradable y amplio.
2. Cambiar el suelo
Los suelos en mal estado suele ser una de las motivaciones más importantes para plantearse una reforma. Existen muchas posibilidades, algunas incluso no requieren que se retire el suelo existente y eso ahorra dinero y mucho polvo. Desde los suelos vinílicos a parquets o suelos continuos de microcemento. Y para los más atrevidos, los parquets de madera, suelos hidráulicos, azulejos porcelánico o de mármol pueden requerir la retirada del suelo existente.
3. Renovar puertas y ventanas
La primera opción es lijar y pintarlas de blanco. No sólo consigues renovarlas, sino que aportará mucha luminosidad y tu casa parecerá más moderna. Si son muchas y lo tuyo no es la brocha, puedes contratar a un pintor que lo haga por ti: conseguirás un mejor acabado y acabará mucho más rápido. Pero si se encuentran en mal estado o no aíslan bien, lo mejor es sustituirlas por unas nuevas.
4. Reformar la cocina
Si la distribución es la correcta o si no está en mal estado, es posible hacer algunos cambios que no requieren obras. Como por ejemplo cambiar las puertas de los armarios, incluso pintarlas, colocar unos tiradores nuevos o pintar los azulejos con pintura especial. Pero quizás necesites replantearte la distribución y en ese caso, lo mejor es cambiar los muebles. O tal vez prefieras cambiar los azulejos por unos de tendencia.
5. Tirar paredes
Todos soñamos con espacios más grandes, luminosos y que respiren, así que lo de tirar tabiques es una solución que más de una vez se nos pasa por la cabeza. Atrévete a dejar la cocina abierta al comedor o une dos habitaciones pequeñas para conseguir una más grande. Pero déjate asesorar por un profesional, que te indique si esa pared puede tirarse con seguridad y que te ayude a solicitar una licencia en tu ayuntamiento.
6. Conseguir una buena iluminación
Cambiar las cortinas pesadas por otras más translúcidas y de colores claros, mejorar la distribución de lámparas, focos y puntos de luz puede suponer desde la colocación de nuevas lámparas en techo o sobre muebles auxiliares, a tener que mejorar la instalación y por lo tanto, implique la contratación de un electricista, incluso de un diseñador de iluminación para proyectos complejos.
7. Cuarto de baño nuevo
Es una de las reformas más comunes y que más nos asustan. Podemos conseguir cambiarlo sin obras pintando los azulejos o añadiendo papel pintado resistente al agua en alguna pared. Cuando queremos agrandar el espacio, lo más habitual es optar por sustituir la bañera por plato de ducha. Y por supuesto cambiar los sanitarios por unos más modernos y eficientes, e instalar una grifería de lavabo y ducha nueva.
8. Cambiar el salón
Es la estancia de la casa donde quizás pases más tiempo, así que no lo dudes y apuesta fuerte por dejar este espacio como soñaste. Cambiar la distribución, comprar algún mueble nuevo o colocar papel pintado en una de las paredes pueden conseguir que vuelvas a enamorarte de tu casa.
9. El dormitorio, tu oasis
Y el segundo lugar donde más tiempo vas a pasar es en tu dormitorio. Debes conseguir que sea tu pequeño remanso de paz, para que puedas descansar y estar como nuevo cada día. Para ello, asegúrate que tu cama está en buen estado, cambia tu colchón cada 5-10 años dependiendo del material. Y apuesta por una decoración que te transmita sensación de paz.
10. Lo barato sale caro
Si no conoces a ningún contratista o a alguno de los profesionales que vas a contratar para ayudarte a hacer realidad tus sueños, deberás solicitar varios presupuestos, mínimo 3. Pero no te fijes sólo en el precio, observa sus propuestas, su capacidad de ofrecerte soluciones o su facilidad para comunicarse contigo. Y una recomendación muy personal: no elijas al más barato, ni tampoco al más caro (a no ser que tengas un presupuesto muy holgado). El más barato suele acabar sobrepasando el presupuesto inicial o usando materiales de peor calidad para cumplirlo. El que ofrezca un presupuesto intermedio suele tener un mayor conocimiento de los costos reales sin inflarlos.
Normalmente, para las reformas se suele contratar a un interiorista, a un arquitecto, o a un contratista. Como habrás visto, algunas de las reformas de tu casa puedes hacerlas tú mismo, pero siempre que te sea posible, opta por un buen profesional, porque su experiencia y conocimientos harán que la reforma sea más rápida y, aunque pueda parecer que la contratación de un experto encarece la reforma, a menudo su asesoramiento puede ahorrarnos dinero y, sobretodo, sorpresas desagradables. ¿Te vas a animar con alguna reforma pendiente? Si prefieres que te ayudemos con uno de tus proyectos o con la decoración, cuéntanos tus sueños y los haremos realidad. ¡Feliz lunes!
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