Hacía tiempo que nos apetecía probar, por fin, esta nueva tendencia de usar vinilos para transformar muebles. Se trata de una alternativa cómoda y rápida para aquellos que no quieran pintar sus muebles, por eso del famoso "y si me canso del color" o "y si después quiero recuperar el color original" o simplemente porque no tenéis tiempo para pintar. Cuando descubrimos los vinilos de Lokoloko nos quedamos enamorados, porque son muy bonitos y hay muchísimos modelos donde elegir... Y ha sido tan fácil todo y el resultado es tan ideal y fresco, que queríamos compartirlo contigo para que te animes a probar sin miedo!
1. Preparar la superficie
No hace falta decir que la superficie donde quieras colocar el vinilo debe ser lisa y estar limpia para que el resultado sea perfecto. Nosotros además retiramos los tiradores con ayuda de una llave inglesa.
2. Colocación
Presentamos el vinilo frente a la superficie donde lo queremos colocar y pegamos cinta de carrocero en la parte central para que fuera más fácil trabajar con él. De esa manera lo dejamos fijado justo donde queremos, pero a la vez nos permite ir pegando una parte primero y seguir con el resto.
3. Pegado, primera fase
Empezamos por la parte de arriba: despegamos el papel del adhesivo de una franja pequeña en la que vayamos a empezar a trabajar. Después cortamos ese trozo de papel, para poder pegar el vinilo sin problemas.
4. Pegado, segunda fase
Ahora llega ese momento al que todos tememos: que no se pegue bien, que tenga burbujas... Nada de eso! Es muy fácil, la cinta de carrocero te ayuda a que no empiece a moverse mientras lo pegas y si vas frotando con un trapo con movimientos horizontales, bajando poco a poco, vas eliminando cualquier posible burbuja.
5. Pegado, final
Para acabar el pegado, lo que hicimos fue enrollar el resto del vinilo, de esa forma podíamos ir despegando franjas e ir pegándolas a continuación con ayuda del trapo, hasta el final.
6. Repasado de los márgenes
El secreto para que el vinilo no sólo quede perfecto, sinó que además dure mucho tiempo en buenas condiciones es no dejar trozos sobrantes despegados, por donde los roces o el polvo pueden hacer que se empiece a despegar... Por eso, además de recortar el cajón y las puertas del mueble, también repasamos con el cúter para que no quedara ni un milímetro por fuera del margen. Este tipo de vinilo se corta con muchísima facilidad (a diferencia, por ejemplo, del papel, donde a veces el corte se frena y acabas haciendo alguna dentada que puede arruinar todo tu trabajo).
7. Acabado
Tan simple como colocar los tiradores y volver a estrenar mueble... Es muy fácil de limpiar, porque permite que lo hagas con trapos húmedos sin problema y es muy resisistente a los roces suaves, que en cambio la pintura no resiste tan bien.
¿No te parece precioso el mueble? La verdad es que estamos encantados con él, le añade un toque fresco al comedor y con un estampado que con pintura no hubiéramos conseguido. Y tan sólo en 10 minutos, sin ni siquiera retirar las cosas de encima del mueble o de dentro, así que este sistema es perfecto para los que buscan grandes resultados con el mínimo esfuerzo. ¿Te atreves a transformar tus muebles con vinilos? Puedes pasar por la shop de Lokoloko y escoger el tuyo, o ver algunos de nuestros favoritos a continuación. Feliz sábado!
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