Decorar correctamente una vivienda, incluso un negocio, que transmita exactamente lo que quieres decir, o que sea un reflejo de ti y de tus emociones, es una tarea para nada sencilla... Existen profesionales que se dedican a ello y por eso vemos interiores "de revista": porque no es solamente "tener buen gusto", sino haber estudiado, saber de diseño, de materiales, de combinaciones, de iluminación, conocer a los diseñadores, las opciones de acabados, tener creatividad y experiencia... Si a pesar de todo quieres atreverte con tu casa, esta es una pequeña guía para principiantes que puede serte muy útil:
1. Define tus necesidades y los usos del espacio
A veces lo queremos hacer todo a la vez, pero lo más práctico y acertado es, sin duda, definir qué necesitamos en casa para poder realizar las actividades diarias y también esas menos rutinarias, y decidir qué estancias son las más adecuadas, por tamaño, por tipo de luz natural... ¿Realmente necesitas un despacho? ¿Cuántas personas van a convivir? ¿Tienes algún hobby? ¿Te encanta cocinar?
2. La distribución es el siguiente paso
Ahora que ya sabes lo que necesitas, puedes ponerte manos a la obra. A veces dibujar un esquema de tu casa puede ser una gran idea, para tener una mejor percepción de cómo fluyen los espacios y sus usos. Por ejemplo: ¿qué recorrido necesitas hacer cada mañana cuando te despiertas? ¿De la cocina al comedor hay mucha distancia? ¿Es práctico? ¿Dónde dejar la plancha o la ropa sucia para que sea útil?
3. Empieza por el centro de tu casa
Y no, no es la cocina, aunque se dice que es el corazón de una casa, porque el espacio que más personas van a disfrutar y donde más tiempo estarás es el salón, así que empieza por ahí y deja que el estilo que acabes definiendo allí impregne el resto de la casa, de esa forma obtendrás una decoración que fluye por toda la vivienda.
4. Elegir los muebles
Menudo dolor de cabeza cuando no tienes uno elegido, ¿verdad? Tantas opciones y estilos, colores y acabados... En primer lugar toma bien las medidas de tu espacio, por desgracia eso siempre suele ser un factor limitante... Piensa en dejar espacio para abrir y cerrar puertas de acceso y también de armarios o cajones; calcula una zona de paso, para que los muebles no te molesten al pasar. Y cuando ya tienes eso claro, es momento de decidir tu estilo. ¿Eres clásico o moderno? ¿Te identificas con la vida bohemia o estás enamorado de la vida campestre? Piensa bien en eso, porque va a ser el "tema" de tu proyecto!
5. ¿Miedo al color?
Lo del color es algo muy, muy personal, que puede aportar definitivamente la personalidad a tu decoración... Habrás oído mil veces lo de escoge colores neutros y acertarás. En realidad es una combinación de muchas otras cosas: ¿tu casa tiene mucha luz natural? Prácticamente, puedes elegir el color que quieras! ¿Sólo tienes luz de mañana y sólo en algunas estancias? Cuidado, es una luz más fría que la de la tarde y quizás necesites colores más cálidos. ¿Buscas una sensación de relax? Los azules, malvas y verdes pueden ayudarte. Y si te atreves con colores vibrantes en muebles y piezas de decoración, no dudes en apostar por el blanco puro en las paredes!!!
Y por supuesto los detalles, esos objetos que cuenten quién eres, qué te gusta, qué te hace feliz, de dónde vienes y hacia dónde vas... Colocados de forma que armonicen con el estilo que has escogido y la paleta de color que necesitas para crear un ambiente equilibrado. ¿Qué te parecen estos primeros consejos para empezar? Feliz miércoles!!!
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