Este pequeño pupitre doble, de los años 50, era de una escuela rústica de pueblo, donde Raúl había asistido hace muchos años. Lo fue a rescatar cuando vió que se hundía el techo de la antigua rectoría. Así empieza la historia de esta pieza que nos cautivó desde el primer momento en que la vimos... Respiraba esa inocencia y alegría que rodea a los niños y teníamos muchas ganas de poderlo llevar al taller, para acabar de sacarle toda su belleza...
Así era cuando llegó a casa... Se trata de un pupitre doble, hecho de madera maciza de pino, lleno de inscripciones, agujeros, tachaduras, manchas de pinturas de pared viejas...
Paso 1. Tratamiento anti-carcoma
La madera estaba en crudo, sin barnices, así que procedimos a lijarla suavemente, ya que decidimos conservar el sobre, con todos sus recuerdos y sus historias... A continuación inyectamos cada uno de los orificios con un producto anti-carcoma, después lo pintamos todo con el mismo producto, lo envolvimos con plástico y lo dejamos actuar durante 4 días. Una vez finalizado el tratamiento, tapamos con pastas para madera los agujeros y volvimos a lijar suavemente para no difuminar las inscripciones de la madera.
Paso 2. Pintar
Primero cubrimos el sobre, que irá barnizado, con papel y cinta de carrocero, y protegemos los límites de las zonas que no queremos que vayan pintadas, como el interior del pupitre. A continuación aplicamos la pintura al agua que preparamos expresamente: verde antiguo, a base de una mezcla de 50% gris acero, 40% verde primavera y 10% marfil. Después de dos capas y con una buena cobertura de la pintura, retiramos la cinta de carrocero y el papel para pasar al siguiente paso...
Paso 3. Rascar para conseguir el efecto decapé
Para conseguir un efecto desgastado, rústico y que de sensación de algo vivido, usado, nos planteamos qué lugares recibirían más desgaste, más golpes y roces, y nos pusimos a rascar con un papel de lija medio... Y este fue el resultado...
Paso 4. Acabado
Para finalizar, colocamos un seguro para que el banco no se cerrara de golpe cuando se quiere dejar fijo, y protegimos con barniz mate al agua por toda la superficie, dando un aspecto envejecido natural.
Y así quedó nuestro pupitre doble rústico, listo para la vuelta al cole. Si quieres descubrir más detalles de cómo quedó, mira su ficha aquí. Y si quieres descubrir más cositas que hemos restaurado y personalizado, visita nuestra shop online!
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