Aunque más que una transformación, podríamos hablar de una mejora o rejuvenecimiento... Nos gustaba tanto su estilo que no quisimos cambiarlo, sólo renovar su look. Patricia quiso deshacerse de ella después de descubrir que tenía un problema de carcoma. Lo cierto es que tenía otros problemas, como el barniz en mal estado y ennegrecido, y la tapicería estaba pasada de moda. Así que nos pusimos a ello:
1. Preparación de la superficie
En primer lugar la tratamos contra la carcoma, inyectando el líquido agujero por agujero, después la pincelamos y la cubrimos con plástico grueso durante cuatro días. Después la decapamos, aplicando el gel quitapinturas, dejando actuar y retirando el barniz con una rasqueta, acabando con lana de acero y limpiando con alcohol de quemar para terminar.
2. Lijar y barnizar
Una vez limpia, acabamos de pulir la superficie, tapamos los agujeros con masilla de color haya y la barnizamos con barniz al agua transparente satinado.
3. Tapizar
Esta vez la tapicería fue muy fácil. Escogimos una tela antigua de Ikea para conseguir un aspecto nórdico y así mantener ese estilo que nos había gustado. La esponja fina estaba en buen estado, así que la mantuvimos y colocamos la tela encima, grapamos estirando bien la tela.
Y este es el resultado de nuestra silla escandinava Patricia:
¿Qué te ha parecido? Muy simple y conservando su esencia, pero esta vez creemos que la pieza se lo merecía. Si quieres verla con todo detalle o quieres comprarla, puedes pasarte por la shop online aquí. Y si necesitas más inspiración para transformar tus muebles, puedes ver nuestros DIY aquí, Feliz fin de semana!!!
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