Desde que en las redes sociales anunciamos que Antic&Chic tenía local, hemos recibido comentarios y preguntas de todo tipo... Si nos sigues desde el principio, seguramente has visto que era una progresión totalmente lógica, incluso te habrás preguntado cómo es que no lo teníamos todavía... Otras personas que no saben de dónde venimos y que saben que estábamos en un proyecto llamado La Volta, nos preguntaban qué había pasado y si seguíamos en ese proyecto... Y otros más perdidos no entendían de qué estábamos hablando... Sea cual sea tu caso, este post es para ponerte al día de los cambios que hemos ido sufriendo, porque nos hace mucha ilusión compartir contigo quién somos y qué hacemos.
Cuando nació Antic&Chic, en febrero de 2014, nos planteamos seguir haciendo lo que hacíamos en casa (bueno, en realidad, en un tercero sin ascensor) y además vender online, para llegar a personas que podían estar muy lejos de nosotros. En casa teníamos 4 habitaciones, así que una era para dormir, mientras que las otras 3 eran: un taller, un estudio y un espacio donde teníamos los productos, el packaging, etc., que llamábamos tienda...
Ya nada queda de esta casa ordenada y luminosa... Por suerte hicimos un post con todos los detalles, así tenemos pruebas que corroboran que un día este fue nuestro hogar... Para tener una shop online en condiciones, la producción de piezas debía crecer, así que empezamos a colonizar nuevos espacios, el taller empezó a quedarse más pequeño y el orden empezaba a ser cada vez más difícil... Como seguramente habrás podido descubrir en algunos de nuestros DIY...
Y cuando nos veíamos casi superados, con una habitación llena de cosas amontonadas, pasillos ocupados por piezas que se estaban secando, con un estudio repleto de muebles por fotografiar, y con un taller que acumulaba piezas para ser restauradas o transformadas... Llegó la oportunidad de formar parte de la Volta, donde disponíamos de un pequeño espacio de trabajo, acceso a un taller de carpintería, y además pudimos hacer talleres sobre técnicas de transformación de muebles...
Pero eso duró poco... Las prioridades de los compañeros de proyecto cambiaron y eso implicó que poco a poco se fuera reduciendo el espacio de trabajo, el espacio para realizar talleres desapareció y, en el último mes, nos reubicaron en lo que antes era la tienda, en un "espacio aparador" muy pequeño. A la vez que los encargos y proyectos han ido creciendo y cada vez necesitábamos mucho más espacio...
Si tienes un negocio en casa y además es de los que requieren acumular piezas grandes, materiales, etc, seguro que nos estás entendiendo y, si no lo eres, seguro que las imágenes te ayudarán a hacerte una idea... Mientras estamos en plenas obras, miramos atrás y nos sorprende, a la vez que miramos hacia adelante y nos sobrecoge el miedo al "¿y si nos estamos precipitando?" "¿y si no podemos con los gastos que el local nos está generando?"...
Pero en casa siempre nos han dicho que hay que ir creciendo paso a paso, colocar un ladrillo tras otro, parándote para ver si los estás poniendo rectos, y seguir... Así lo hemos hecho y el local era el siguiente paso lógico: por espacio, por volver a tener una casa, por marcarnos unos horarios y volver a tener vida personal, y para poder compartir contigo mucho más de nuestro universo, en un espacio donde nos podrás visitar, podrás hacer talleres y podrás vernos trabajar a gusto... En las próximas semanas te explicaremos más!!!
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