La preciosa cómoda Elvira, que tenemos en nuestra tienda luciendo nuevo look, tiene una larga historia... No sólo la de su propietaria, sinó la de su proceso de recuperación... Elvira la compró en los años 50 y, cuando nosotros la encontramos, le habían arrancado los tiradores, así que no pudimos mantenerlos... Pensamos en cómo le hubiera gustado a Elvira y, ya que ella era muy coqueta, recordamos sus ojos verdes y su mirada amable... La cajonera tenía que ser verde en su honor... Y empezamos con el proceso:
Después decapamos el sobre y rascamos el resto del mueble, ya que el barniz estaba en buen estado e iba a ir pintado. Los desperfectos en las zonas de los tiradores los arreglamos con masilla para madera.
Una vez seca la nogalina, el siguiente paso fue barnizar con poliuretano brillante el sobre y al resto del mueble le dimos una capa de goma laca, porque nuestra intención era usar la técnica del decapé y desgastarlo un poco. Esperamos el tiempo que indicaba el producto y, una vez seco, tapamos con cinta de carrocero las zonas que no queríamos pintar de verde, para conservar la madera interior (es muy importante no dejar el acabado a nuestro pulso y confiar en la cinta para dejar un acabado profesional). El color elegido fue el verde hierba al agua de Bruguer.
Ahora tocaba el momento crucial: rascar!!! Es un momento delicado, tienes que decidir muy bien qué quieres conseguir antes de ponerte a ello... Nosotros nos imaginamos su uso, qué zonas se rozarían más, dónde recibiría golpes y desgastes, es decir, al rededor del tirador, en los márgenes de cajones y patas, un poco en los laterales... Y empezamos a rascar con una esponja de lija mediana.
Y llegó el momento de rematar el trabajo: darle la última capa de poliuretano al sobre y, a modo de protección, dimos dos capas de barniz mate al agua al resto del mueble... Y ya conocéis el resultado...
¿Qué os ha parecido? ¿Os gusta el cambio? Si queréis ver más detalles, podéis clicar aquí.
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