Lo de pintar las paredes de color rosa no es algo que se decida fácilmente: es un color arriesgado que no gusta a todo el mundo, que no es fácil encontrar el tono perfecto que no empalague demasiado ni te quede muy beige, pero que sin duda después de ver las fotos de este apartamento te lo va a hacer replantear...
Si quieres acertar, igual que lo han hecho con esta casa, apuesta por ese tono de rosa, ni más subido ni más suave, y mézclalo con roble envejecido, blanco y toques de cobre... Lo cierto es que han conseguido aportar personalidad y dulzura a un espacio que por los diseños escogidos podría haber sido muy frío e impersonal. ¿Te atreves a combinar la decoración de tu casa con este color? Feliz martes!!!
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